Hace muchos años…
Según la leyenda, un destello iluminó el cielo de la sierra sur de Oaxaca.
Se escuchó un rugido y se vieron caer "ojitos de fuego" por todos lados.
Uno de ellos hizo un pequeño cráter. el cual un maestro mezcalillero decidió usar para cocer sus piñas de espadín y produjo así el mejor mezcal que la región, jamás había probado.
“¿Cómo lo hizo?", le preguntaban,
y el viejo solamente respondía: “Cayó del cielo"